Un equipo de científicos del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, junto con investigadores de la Universidad de Lisboa y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha iniciado una misión para instalar sismógrafos submarinos a más de 4.500 metros de profundidad en las costas de Galicia y Asturias. Esta operación, parte del Proyecto ASTRACAN, busca monitorizar durante seis meses la actividad sísmica submarina en esta región, conocida por su importante, pero poco comprendida, actividad tectónica.
Los dispositivos, conocidos como OBS (sismógrafos de fondo oceánico), se desplegarán desde el buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa. Además de registrar terremotos, los científicos recopilarán datos batimétricos y muestras de rocas del fondo marino para mejorar el entendimiento del subsuelo de la zona. Este estudio es clave para resolver incógnitas sobre la sismicidad que afecta a las costas lucenses y del occidente asturiano.
La campaña marina, que se extenderá hasta el 7 de noviembre, también incluye la instalación de otros 10 sismógrafos en tierra a lo largo del litoral cantábrico, lo que permitirá un análisis detallado de la actividad sísmica en el noroeste de la península ibérica.
Este ambicioso proyecto busca arrojar luz sobre los procesos tectónicos que ocurren en el lecho marino, proporcionando una comprensión más profunda de los riesgos sísmicos en esta región.